Transferencia inconsciente



Cuando en un suceso participan varias personas se corre el riesgo de que, en ausencia de alguno de los autores del suceso en la rueda de identificación, el testigo reconozca equivocadamente como autor del suceso a un espectador. Loftus (1976) encontró en un estudio que en los sucesos en los que además de los agresores estaban presentes espectadores, cuando el agresor no estaba presente en la rueda los testigos identificaban equivocadamente a un espectador como el autor del delito un 60% de las veces. Así, no solo dificulta la identificación el número de agresores presentes en el suceso, sino que incluso es posible que el autor del delito pueda ser confundido con cualquier otra persona presente en el suceso aunque ajena a los acontecimientos.
Hace unos años, Donald Thomson, que trabaja en el campo de la memoria de los testigos, fue invitado a un programa en directo de televisión para hablar acerca de las memorias de los testigos y las identificaciones. Unos días después la policía se presentó en su casa para arrestarle como principal sospechoso de una violación. La víctima le había identificado en una rueda fotográfica en comisaría. Afortunadamente para Thomson, la agresión se había producido a la misma hora en que él estaba en televisión y pudo demostrar su inocencia.
Este tipo de errores se debe fundamentalmente a un reconocimiento basado más en la familiaridad de las personas que en su identificación. El reconocimiento por familiaridad implica que la persona a reconocer no se ha contextualizado como vista previamente en un tiempo y lugar determinados. La contextualización errónea de una persona en el lugar de los hechos, cuando no tiene ninguna relación con el suceso, produciría el falso reconocimiento. Este efecto se denomina transferencia inconsciente debido a que la cara de una persona sería transferida de un contexto a otro (Brown, Deffenbacher y Sturgill, 1977; Dysart, Lindsay, Hammond y Dupuis, 2001; Loftus, 1976; Perfect y Harris, 2003; Read, Tollestrup, Hammersley, McFadzen y Christensen, 1990; Ross, Ceci, Dunning y Toglia, 1994). Existen dos hipótesis principales sobre este efecto: a) se trataría de un problema de codificación, o b) es un problema en la discriminación del origen de la información y por tanto de recuperación.
En el primer caso se produciría debido a que la presencia de las dos personas (autor del delito y falso acusado) se habrían presentado en el mismo contexto y en el proceso de codificación de la huella de memoria se habría generado una memoria mezcla donde uno quedaría asociado a las acciones del otro. En el segundo caso, durante el proceso de recuperación se produciría un fenómeno de interferencia debido a un efecto de solapamiento, que llevaría a una discriminación errónea del origen de la información. La familiaridad del falso acusado sería interpretada erróneamente como indicador de que correspondía a la persona buscada.
¿Por qué Thomson fue identificado por la víctima como el autor de las agresiones? En primer lugar su cara resultaba familiar, y además fue vista al mismo tiempo y en el mismo lugar en que se produjo la violación, ya que la víctima fue asaltada cuando veía en televisión el programa en que Thomson aparecía. La información contextual y la familiaridad de la cara le llevaron a identificarle erróneamente como el autor de la agresión.